jueves, 27 de febrero de 2020

ÉRASE UNA VEZ UN VIRUS CON CORONA

     El coronavirus, como la misma palabra lo indica, es un virus con unas curiosas protuberancias en su superficie que remedan una corona (de ahí su nombre) y que tiene muchísima mala leche.

     Este rey de los virus vivía en el reino de los animales hasta que se decidió a invadir el reino de los humanos. Esta brillante idea se le ocurrió en China donde animales y hombres están juntos y revueltos, de hecho unos años antes, antepasados suyos habían hecho la misma fechoría en ese mismo lugar y en Oriente Medio. Los coronavirus cuando atacan a los humanos lo hacen con saña, invaden rápidamente sus territorios y provocan numerosísimas bajas sobre todo entre los más débiles a los que asfixia provocandoles una neumonía grave.

     El rey de los coronavirus campaba a sus anchas por todo el planeta ya que los humanos no paran de viajar de un país a otro como pollos sin cabeza. Ellos se defienden con protocolos que no sirven  más que para aislar a los " sospechosos" de haber sido atacados (sólo les falta una pegatina en la frente que ponga "ojo con éste); estos individuos son hospitalizados con urgencia extrema y hurgados en sus interioridades para descubrir al enemigo y acabar con él.

     En mi ciudad, en una noche fría y en un bar, una mujer se puso a vomitar con cefalea y malestar general y aunque no había estado en territorios invadidos por el dichoso virus, sus ojos rasgados y su procedencia de China fueron el detonante de que alguien llamase a urgencias y se activase el protocolo: ambulancia, personal con trajes tipo astronauta, mascarillas, guantes... La mujer se fue a su casa y allí fue la unidad móvil a buscarla. Se la llevaron al hospital sin que la buena señora pudiese decir esta boca es mía, aunque más que intentar hablar solo farfullaba. Al final resultó que tenía una cogorza como un piano de cola.

      Un consejo a los orientales : pelo teñido de rubio y gafas oscuras.

sábado, 22 de febrero de 2020

COMPROBADO: LO QUE MÁS DEMENCIA A UN ANCIANO NO ES EL ALZHEIMER, ES EL HOSPITAL

  Una mañana soleada de febrero, mi madre volvía a casa tras comprar el pan y unas hojuelas (dulce típico de invierno) que había comprado para regalar a su prima. Previamente, a primera hora de la mañana se había hecho unos análisis de sangre para controlar sus niveles de vitamina B 12 que, junto con un anticoagulante que tomaba hacía 6 meses, era el único tratamiento médico que necesitaba a sus 93 años.

  Nada más entrar recibe una llamada de teléfono de su médico porque, con carácter urgente, le habían avisado del laboratorio por observar en el análisis unos niveles de hemoglobina que de haberse instaurado de forma brusca serían incompatibles con la vida.

  Sorprendentemente mi madre estaba tan pichurri, haciendo vida normal, pasando la mopa al piso, cocinando, saliendo a la calle a sus compras, a pasear, a quedar con las amigas y muchas cosas más.

  Ingresa urgente en el hospital; transfusión de sangre y hierro. En la habitación tenía frío con cinco capas de ropa puestas y 28º en el termostato; notaba cosas raras en los ojos que no pudo describir; se pasaba el día pensando que no iba a dormir; tuvo diarrea; le costaba subir y bajar de la cama y después de unos días, tras recibir el alta, tenía cara de haber sido abducida y devuelta a nuestro planeta. Lo que estaba claro es que la anemia no la fastidiaba tanto como el encierro en ese lugar.

  Ya en su casa pareció que recuperaba el sentido y aunque algo inestable (como si se le hubiese olvidado andar), empezaba a ser ella misma.

   ANCIANO Y HOSPITAL es un combinado peligrosísimo que hay que evitar siempre que se pueda.

sábado, 31 de agosto de 2019

MALOS TIEMPOS PARA LA EMPATÍA

    Desde hace años la nota de corte para entrar en la carrera de medicina es de las más altas de todas las licenciaturas.
 
     Notas de 12 o más, requieren haberse comido los libros en el bachillerato y sacar una notaza en la selectividad.

     Muchos de los cerebritos que se han descornado estudiando no conocen lo que es tener empatía con la gente, algunos, estoy convencida, son Asperger con bata blanca.
 
      Llegamos a la jubilación una generación de médicos a los que se nos exigió menos para hacer la carrera pero con una vocación a prueba de bomba, que hemos dejado la piel en el Sistema Público, aquél que ha sido uno de los mejores del mundo y que por edad pasamos a engrosar el bando de los pacientes.
   
      Acude un compañero a consulta con especialista de reumatología, ya se sabe, problemas que causan dolor. Después de quince minutos sin mirar al paciente a la cara, continuamente abducido por el ordenador le pregunta:
      _ ¿Te he explorado ?
     El paciente con los ojos a cuadros. ??? ¡Socorro! Pero ¿dónde ha estado este hombre todo este rato?. Creo que si tuviese las piernas cortadas no se habría dado cuenta.
    _ Pues no, aún no me ha puesto la mano encima ( ni siquiera el ojo encima).
     Después de explorarle, sin mediar palabra le suelta una prescripción con una lista de 8 medicamentos; mi compañero le espeta:
     _ Pues no me voy a tomar esto, ni esto, ni esto, ni esto ; creo que sólo dejó una medicación sin tachar.
    Entonces ya sí le miró a la cara y le pregunta:
     _ ¿Eres médico?
     _ Pues da la casualidad que sí.

    Yo me he propuesto, de ahora en adelante, no acudir a ninguna consulta hospitalaria a no ser realmente urgente. Cuando acudo a un hospital (público o privado) tengo la sensación de que me van a preguntar : "¿SUSTO O MUERTE?"

sábado, 17 de noviembre de 2018

EL DETENIDO MAJARETA

     Entre las múltiples tareas que nos han encomendado a los médicos de familia, está la de atender a los detenidos por parte de la Guardia Civil o la Policía en las horas en que permanecen retenidos, cosa que deberían hacer otras instancias y sólo en el caso de que en éstas no esté el personal adecuado tienen que pasar a ser atendidos en el Centro de Salud pero, ¡oh, misterio!, casi nunca está ese personal y nos toca a nosotros lidiar con pacientes esposados, escoltados, a veces con capucha en la cabeza ( curiosamente los guardias civiles ) y por supuesto a la mayor brevedad posible para que no cunda la alarma en la sala de espera.
 
       Hace unos días acude al Centro por la tarde un detenido joven con claros síntomas de ansiedad y al ser preguntado por el motivo de la consulta refiere que necesita una medicación para tranquilizarse (hablaba de una en particular) y la compañera que le atiende le comenta que solo hay diazepam 5 en nuestro botiquín y es lo único que se le puede dar. Ni corto ni perezoso comenzó a darse cabezazos contra la pared y gritando que se iba a suicidar de esa manera tan chunga. La frente como un pimiento morrón y de pronto se para y dice :
_ así no voy a conseguir nada, me tendré que dar los cabezazos con la nuca que es una zona con la que es más fácil suicidarse.
   ¡Ay madre! los policías le consiguieron parar y le sentaron en la silla pero el detenido era tenaz y subiendo las rodillas comenzó a darse mordiscos en los pantalones con la esperanza de que la tela le produjese una lesión letal en el aparato digestivo.
 
     Mi compañera con los ojos a cuadros comprendió que no eran intentos de suicidio sino una alteración de la personalidad como la copa de un pino.

    _Tenga el diazepan señor agente, cuando vayan a comisaría que se tome dos.

    ¿PERO PUEDE HABER ALGUIEN TAN CAZURRO?



domingo, 22 de abril de 2018

DÍA DE ESTRENO Y JAMACUCO

Después de seis años y medio vuelvo a cambiar de Centro de trabajo. Soy una persona que no puede estar trabajando mucho tiempo en el mismo sitio. Transcurridos unos años me ahogo si veo siempre a los mismos pacientes que además se hacen absolutamente dependientes de ti y acaban por consultarte hasta lo que no son problemas de salud:
_ ¿ Voy de viaje o no voy?
_ ¿ Me separo o no me separo?
_ ¿ Como tomate o no como?
_ ¿ el Madrid o el Barca?

Acabo de recalar en el mismísimo centro geográfico de la capital donde hay una población ancianísima. El primer día todas las historias clínicas eran iguales: hipertensión, diabetes, hiperlipemia, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, fibrilacion auricular anticoagulada. Recibí una dosis de realidad de lo que va a ser el futuro inmediato en este país en cuanto a asistencia sanitaria se refiere: ANCIANOS CON PLURIPATOLOGÍA.

La consulta transcurrió sin incidencias y me dije: " Por fin en este Centro hay menos urgencias" (el hospital está al lado y eso contribuye). Cuando ya había terminado de atender a todos los pacientes aparece en la puerta Rosa, una señora de 82 años con cara de sonámbula diciendo que necesitaba recetas y había perdido la tarjeta sanitaria.
_Tranquila, le digo, las hacemos en un momento buscando su historia clínica. Veo que en la carpeta que lleva tiene escrito en un folio con letras grandes:" recoger en el mostrador la nueva tarjeta". Me doy cuenta de que Rosa tiene un inicio de demencia senil y le apuntan todo en su carpeta.
   Cuando ya se marchaba del Centro con su nueva tarjeta y sus recetas ¡zas! le dio un jamacuco y entró otra vez en la consulta, de urgencia, blanca como la pared y sudorosa como un pollo remojado. Después de la exploración y diversas pruebas todo se redujo a una bajada de tensión que remontó con la chispa de la vida (una coca-cola). Llamamos a sus familiares para que vinieran a buscarla y le ajustamos el tratamiento.

¡Hala! vaya usted con Dios a su casa que yo me voy a la mía.

lunes, 24 de julio de 2017

EL SUMMA LLAMA A TU PUERTA

Un día cualquiera de consulta de noviembre masificada, como es habitual, por los catarros, las analíticas anuales, los pacientes repartidos de los compañeros que faltan, las urgencias...

María, una paciente mía mayor con mucha patología a cuestas, había venido en el turno anterior por mal estado general, somnolienta, algo desconectada y con una medida de oxígeno en sangre bajísima; al llegar al trabajo me encuentro con ella; su radiografia mostraba neumonía bilateral y derrame. Doy orden de que llamen desde Administración al 061 para que vengan al Centro y lleven a María al hospital.

Al mismo tiempo llamaba por teléfono la hija de Luciana, otra paciente muy mayor, para que fuéramos a su domicilio a visitarla pero sin urgencia, como cualquier visita programada que solemos hacer con la gente que no puede salir de casa . Por un malentendido el administrativo da la dirección de esta segunda paciente al 061 la cual estaba tan ricamente en su casa comiendo pero no con su hija, con la que yo había acordado ir al día siguiente a verla, sino con su hijo que no sabía nada del tema.

En el Centro de salud yo desesperada porque no venía la ambulancia a por María, a la que yo veía francamente mal.
Pasada una hora me llama la hija de Luciana :
_" Que según le ha dicho su hermano se han presentado en su domicilio 4 médicos con la UVI del SUMMA, que han entrado como una exalación y se han empeñado en que su santa madre no respiraba bien y la han obligado a tumbarse en la cama para hacer elecrocardiograma, medirle el oxígeno etc, etc ".

 ¡HORROR! por eso tardaban tanto, llamo inmediatamente al 061 para deshacer el entuerto.

Ni qué decir tiene que tuvimos  que pedir mil perdones a todo el mundo, en seguida vinieron  al Centro a por la paciente correcta pero, eso sí, Luciana que ni ve ni oye la pobre, necesitó doble dosis de tranquilizante ese día.

domingo, 4 de diciembre de 2016

RELATO BREVE SOBRE UN PARÁSITO

Media tarde, una chica joven viene super-urgente  desde la consulta de su veterinario y es atendida primero por su enfermera.

_ ¿Qué te ocurre?
_ Vengo para que el médico me ponga tratamiento para un parásito.
_  Pero ¿tienes lombrices?¿has visto algún gusano en la taza del váter? ¿has viajado a la selva amazónica y tienes diarrea?
_  No, no me pasa nada, me envía el veterinario para que el médico me ponga tratamiento para un parásito de mi perro.
_  Espera que llamo al médico a ver si se aclara.

Su médico le pregunta: ¿ Pero se trata de una zoonosis y tu perro te ha contagiado? ¿de qué parásito se trata? ¿tienes diarrea?
_ ¡Ay! pues no se, no me ha hablado de ninguno en concreto y yo estoy perfectamente.

A la médico se le cae la gota de sudor como a shin chan.
_ Pues así, por las buenas, si tú no tienes ningún síntoma y no sabemos si el parásito es del perro, tuyo o del veterinario, vuelve a su consulta y entérate bien del asunto y si no, mejor todavía:

¡ CAMBIA DE VETERINARIO!

lunes, 13 de junio de 2016

COLOR VERDE CASI AZUL

Viernes por la tarde; último día de la semana; media hora antes de cerrar nuestro Centro; unas ganas de marcharnos que para qué te cuento.

Se presenta de urgencias, una pareja de unos veintitantos.

Se cita él y pasan primero con mi enfermera como se suele hacer para filtrar lo urgente.
_ Y bien, ¿ qué te pasa?
_ A mí no me pasa nada, en realidad es mi pareja la que quiere hacer una consulta.
_ Bueno pero el que está citado eres tú y no ella y la historia que tengo delante es la tuya.
Ella abre la boca y dice:
_ Si, la verdad es que yo pertenezco al otro Centro ( en nuestra ciudad hay dos).
_ y ¿porqué no has ido al tuyo?
_ Es que a mi madre la conocen mucho allí y además pasábamos por aquí cerca.
 ¡Ay! que me mareo, ¡vaya par de alelaos!, pensó mi enfermera y le pregunta:
_ ¿Qué te pasa?
_ Pues que hago el pis de color verde, bueno para ser más exactos verde azulado.
Mi enfermera se pone de color blanco, rojo y por último de color verde azulado.¿Qué pastilla con colorante se habrá tomado esta criatura?
_ Bueno pues mira lo del pis no lo puedo apuntar en la historia de tu novio así que mejor lo consultas con tu médico otro día.

En resumen:
Y otro paciente citado urgente, pero que no es para él la cita.
Y es para otro paciente, pero que no es paciente nuestro.
Y por un motivo raro, pero que tampoco es urgente.
Y... pero que... ¡¡¡ SOCORRO!!!


sábado, 6 de diciembre de 2014

ESOS OBJETOS CABRONES QUE NO QUIEREN SALIR

Las urgencias por cuerpo extraño son frecuentes, a menudo ridículas y en ocasiones comprometen la vida.

Los niños son sujetos que, cuando se aburren, se entretienen metiéndose toda clase de objetos diminutos en los oídos, en la nariz o en la boca, especialmente botones, monedas, granos de arroz, guisantes... Lo peor viene cuando cualquiera de ellos se aloja en la laringe o se queda atascado en el esófago; huelga comentar la super urgencia que se origina en estos casos.

Los adultos son más dados a atragantarse con trozos enormes de pollo, jamón, carne...También las espinas de pescado se quedan clavadas en las amígdalas o cerca de ellas. ¿De ahí el empeño de la gente de hoy de comer palitos de pescado libres de espinas?

Muy a menudo acuden pacientes con cuerpos extraños clavados en la córnea que provocan un dolor horroroso en el ojo.

Otro clásico es el anillo que no puede salir del dedo porque éste se ha inflamado o ha engordado y después de intentarlo con jabón o con un hilo enroscado en el dedo y viendo que el pobre apéndice coge un color berenjena  sospechoso, hay que recurrir a El Corte Inglés para que nos preste un corta-anillos porque en el Centro de Salud nunca hay ninguno.

En ocasiones los cuerpos extraños se descubren por Rayos X en estómago, pulmón o sitios inconfesables ( imperdibles, perdigones,botellas...).

Una tarde de verano llega una madre con su hijo de dos años en la sillita de paseo.
_ Vengo de urgencia con el niño porque se ha puesto el cubo de plástico en la cabeza y se lo ha calado hasta la barbilla. No soy capaz de quitárselo.
Sí, sólo se veía un cubo amarillo con un cuerpo debajo sentadito en su silla. La madre tenía miedo de arrancarle las orejas si tiraba fuerte. Nuestro celador aplastó por los lados suavemente el cubo y deslizándolo hacia arriba salió sin más complicaciones. La mamá aplaudiendo y el niño con una cara de susto que le duró dos días.

domingo, 23 de noviembre de 2014

LA CONSPIRACIÓN

Uno de los problemas que más nos incomoda a los médicos en general y a mí en particular es, que te llamen urgentemente porque hay una persona enferma mental que está fuera de si, bien por un brote agudo de su enfermedad, bien porque ha dejado la medicación o por cualquier otro motivo que la ha desestabilizado.

Normalmente los pacientes acuden a ingresar en Psiquiatría sin oponer resistencia, algunos incluso te lo piden ellos mismos el ingreso, pero hay otros que con cara de pocos amigos y porqué no decirlo con ojos de loco, se niegan en rotundo a ir a ningún sitio; entonces hay que acabar llamando a la Policía y al juez para un ingreso forzoso. Son momentos de gran tensión emocional para todos los que componen esa escena: paciente, familiares, sanitarios, policías... y el enfermo mira a su alrededor con el convencimiento de que todos conspiran contra él.

En otras ocasiones la urgencia es puntual, concisa y siempre a la misma hora.

Hortensia era una enferma psicótica que a las ocho de la tarde con puntualidad germánica  y todos los días, llamaba por teléfono al Centro de Salud y decía siempre la misma frase: ¨ QUITADME LA CONSPIRACIÓN ¨. El primer día que llamó para hacer su petición, la persona que estaba al otro lado del hilo intentó enterarse de qué conspiración se trataba, pero ante la explicación incongruente, larga y sin sentido de Hortensia, acabó por espetarle: ¨YA TE LA HE QUITADO¨; la paciente le dio las gracias y al día siguiente... y al otro... y al otro... le quitaba la conspiración telefónicamente con lo que recuperaba la tranquilidad.

Sería estupendo que con un chasquido de dedos alguien pudiera recuperar, aunque sólo fuese momentáneamente, la cordura.



domingo, 26 de octubre de 2014

EL ÉBOLA ¡ QUE VIENEEE !

En África el virus ébola hace estragos pero, como está lejos, los protocolos de actuación ante algún caso sospechoso se habían arrinconado en el cajón o se habían guardado en alguna carpeta de archivo del ordenador hasta que...
Hasta que los cooperantes empezaron a regresar a Europa, a sus países de origen y empezaron a contagiar la enfermedad.

Nos pilló con el culo al aire. ¿Pero dónde están los protocolos? ¿Pero dónde carajo están las batas y las mascarillas de protección ? ¿Pero cómo puñetas atendemos el caso sospechoso?

Lo que si tenemos claro es que hay que ensayar bastantes veces cómo ponerse y quitarse el equipo y por más vueltas que doy no consigo quitarme la bata sin tocar la parte delantera que es la que no hay que rozar por ser la más peligrosa. Los guantes externos se quitan antes que los de debajo ( nos debemos de poner dos pares) pero a parte de cortos son estrechos y al tirar de los de fuera salen los de dentro. Y eso que en los Centros de salud no tenemos el traje complicado de los Hospitales. Si, si,
parece fácil pero de eso nada.

Reconozco que bajo presión me pongo bastante nerviosa por lo que espero no equivocarme en el caso de que tenga que protegerme ante la urgencia de un enfermo sospechoso, podría ponerme los guantes en los ojos y la mascarilla en las rodillas.

Hoy sabemos que la compañera infectada en Madrid se ha curado y nos hemos alegrado hasta la emoción. Me quito el sombrero ante todos aquellos que arriesgan sus vidas al intentar salvar a otros.


jueves, 13 de febrero de 2014

UNA GULA DISFRAZADA DE BERBERECHO

 Dos de la tarde, llegas al trabajo con la comida en la boca.
 ¡ A ver cómo se da la jornada !
¡Zás! la primera en la frente, urgencia al canto.
 La chica de 20 años viene con su madre, las dos muy asustadas, con una foto en su móvil de una lata de berberechos. En su interior tiene lo que parece un gusano blanco.

_ ¡Qué horror! -dice ella- ¿Es un anisakis?.
_ No, anisakis no, porque son mucho más pequeños. Este gusano es más grande y largo que los propios berberechos - contesto. Sinceramente, a mí me parece una gula traspapelada en la lata.
_ ¿Pero qué hago?-insiste ella.
_ Tendrás que llevarlo a la Oficina del Consumidor para valorar el asunto y que se pongan en contacto  con el departamento de calidad de la empresa conservera. ¿Qué síntomas tienes?, ¿ Tienes ganas  de vomitar?.
_ No, no, pero si no he probado la lata.

   Ayyyyyy!!!!!! se me cae la gota de sudor como a Shin Chan.

_ Pues eso, guapa, la llevas a la Oficina del Consumidor.

  A lo mejor pretendía que yo le hiciera la autopsia a la gula a través de la foto.

domingo, 24 de marzo de 2013

EL SÍNDROME DEL "SUJETADOR APRETAO"

Mariana es una paciente de 62 años que, desde hacía unos días, sufría un cuadro catarral descendente que le provocó una bronquitis de la que estaba siendo tratada. Lo cierto es que acude varias veces a consulta refiriendo que el catarro no va bien, sin poder explicar claramente porqué. Se le hizo radiografía de tórax que fue normal y le cambié el antibiótico.

 Pero una tarde vuelve a consulta de urgencias. La veo en la sala de espera con una cara extraña: pálida, con los ojos rojos y gesto de haber sido abducida. Refería dolor de cabeza y muchísimo frío en manos y pies. El caso es que la exploración clínica fue totalmente normal; pero, ante la frialdad de sus manos, la dejamos un rato en observación tapada con una manta. De vez en cuando la enfermera y yo volvíamos a su sala a ver cómo se encontraba, pero seguía diciendo que tenía frío, a pesar de que no presentaba fiebre.

En cierto momento la enfermera se fija en su espalda que tiene una marca profunda provocada por su ropa interior y le comenta:
_ Mariana , te voy a desabrochar el sujetador, que vas a estar más cómoda.
En el momento de soltar los corchetes Mariana abre  mucho los ojos y dice:
_¡Uf! pero, ¡si me encuentro mucho mejor!, ¡si ya estoy bien!

Y, efectivamente, le volvieron los colores a la cara, los ojos se le descongestionaron y parecía estar totalmente centrada.
Las tres nos miramos una a otra, varias veces, antes de echarnos a reír.

¡Toma!, ¡EL PROBLEMA ERA LA TALLA DEL SOSTÉN!


domingo, 7 de octubre de 2012

MI PERRA ¡ TAMBIÉN TIENE URGENCIAS !

 Hasta hace poco yo no había tenido nunca perro, por lo que desconozco casi todo de estos compañeros caninos.

Nuestra perra es un carlino de tres años cuya vida se reduce a dormir, comer y dar paseitos cortos.

El carlino es una raza bastante delicada, son perros que no soportan temperaturas extremas, son propensos a las dermatitis, tienen problemas en los ojos porque los tienen enormes y saltones, pueden tener enfermedades neurológicas, respiran con dificultad por la forma de su hocico, o sea, un animal como la flor de pitiminí.

El año pasado al ponerle la vacuna antirrábica tuvo un edema angioneurótico (hinchazón de toda la cara) en la consulta del veterinario, le pusieron corticoides intravenosos rápidamente y cedió el cuadro. Este año al ponerle otra vacuna, la triple vírica, tuvo otra vez una reacción alérgica generalizada ¡pero a las seis horas de vacunarla!. Yo estaba en la calle, había salido del trabajo y fui a tomar una cerveza con mis compañeras, cosa que no suelo hacer, pero hacía calor y era viernes; eran casi las diez de la noche; mi hija me llamó por teléfono para decirme que la reacción iba aumentando con el paso del tiempo. Recordé que tenía Urbasón en casa pero ni  repuñetera idea de las dosis de medicación para los perros. Gracias a mi enfermera que estaba conmigo, había tenido mascota toda la vida y me aconsejó una dosis de 20 mg.
Llegué a casa corriendo y la perra tenía la cara como un balón y urticaria generalizada, se movía desesperada por el picor. Le agarré la pata y con los nervios le puse por lo menos 30 mg. Con esa megadosis se le pasó en unos minutos y a la media hora ya estaba comiendo (eso era muy buena señal).

Pero, ¿no me puedo librar de las urgencias ni en casa?.Yo me hago el harakiri.

domingo, 17 de junio de 2012

LAS URGENCIAS DE MI SOBRINA

Mi sobrina es hipocondriaca, no lo digo yo, lo dice ella de sí misma, y siempre se pone en lo peor cuando nota cualquier síntoma.

En más de una ocasión ha tenido urgencias provocadas por la comida. Recuerdo que de pequeña su abuela tuvo que hacerle la maniobra de Heimlich porque se atragantó con un trozo de jamón y después estuvo meses sin comer apenas por miedo a que se repitiera el asunto.

Hace unos días ella estaba hablando por teléfono con su tía (mi hermana), y a la vez comiendo un plato de berenjenas con atún, cuando notó que algo se quedaba atascado en su garganta.
_ ¡ Ay madre mía!, que noto algo en la garganta.
_ Pero ¿te duele o te raspa? _ Le preguntó su tía.
_ Noto como una bola y no puedo hablar.
_ ¡Uy! pues eso es que te estás ahogando_ Contesta su tía.

Suelta el teléfono y corre a llamar a la puerta del portero de su casa.
_ ¡Manolo!, abre soy Berta, creo que se me ha clavado algo en la garganta y no puedo respirar. Necesito una miga de pan para arrastrarlo pero no tengo pan en casa, mira a ver si tu me lo puedes dar.
_ Espera, que estaba en la ducha y estoy desnudo.
Se entreabre la puerta y sale una mano con un trozo de pan.
_Voy a llamar a mi mujer. ¡Reme!, sube, que la niña se ha atragantado, acompáñala al Centro de salud.

LLegan al Centro de salud y Berta de entrada dice: _aunque sea hipocondriaca os digo que tengo algo clavado en la garganta.
El médico le hace abrir la boca y no le ve nada, sólo el letrero en la frente de "hipocondriaca".
_¡Hala! vete, que no tienes ningún cuerpo extraño.

Mi sobrina sigue notando algo raro en la garganta, se acerca al hospital más próximo y allí con una exploración más concienzuda le extraen una ramita de 2 cm. (de especia o raspa, no supo muy bien porque no quiso ni verla).

A la gente: por favor masticad antes de tragar.
A los médicos: por favor haced más caso a lo que os dicen los pacientes.


sábado, 17 de marzo de 2012

PACIENTES MÉDICOS O MÉDICOS PACIENTES

¿Qué pasa cuándo los médicos nos ponemos enfermos?; nuestras bajas laborales son escasas si nos comparamos con la población general. Lo cierto es, que los médicos vamos a trabajar estando enfermos, en muchísimas ocasiones, y no es precisamente porque seamos de otra pasta como los toreros, sino porque nuestro sentido de la responsabilidad es mayor que la de otros colectivos.

Anécdotas hay a montones: pérdida de conocimiento al trabajar con fiebrón; lipotimia al subir por las escaleras a un quinto piso, en verano, a 45º a la sombra; mareo al atender a una anciana y la médico tiene que tumbarse en la cama de al lado; trabajar con migraña; trabajar con catarro; trabajar embarazada hasta salida de cuentas; trabajar con lumbago....

Anoche comencé a notar retortijones en la tripa seguidos de diarrea; imponente, toda la noche evacuando y pensando que no había personal suficiente al día siguiente en el Centro de Salud. Supe que tenía que hacer algo. En lugar del cafetito mañanero de rigor, me tomé un plátano, dos tés con limón, dos platos de arroz con zanahoria y medio litro de Aquarius; y lo cierto es que funcionó, me fabriqué yo solita un adobe intestinal que me arregló el asunto de cuajo. Y me fui a currar; ¡vaya curro esa tarde!; ¡como para faltar!.

Acabé la jornada con un dolor de cabeza que parecía una bomba lapa a punto de explotar.
Eso sí, los pacientes tuvieron a alguien que les atendió aunque estuviese mucho más enfermo que ellos.

jueves, 23 de febrero de 2012

MOMENTO " SOPONCIO "

Hay algo que me llama mucho la atención desde que me trasladé desde otra ciudad ( lo que ocurrió hace cinco años ) y es que la gente de aquí es mucho más blanda, blandengue diría yo ; y ¿porqué pienso ésto? pues porque acuden a las urgencias para que les trates sus momentos " soponcio".

A saber: el momento soponcio es aquél que surge tras discutir con tu esposo, hijos, madre, jefe... es decir, con los más allegados. En la ciudad de la que vengo, la gente tiene mucho pudor con estos asuntos y normalmente se come estos marrones en su casa y sin comentarlo con nadie ( no estoy hablando de maltrato). Los berrinches, de toda la vida de Dios, se han pasado con el "moquero"; al día siguiente las cosas parecen distintas y las aguas se amansan volviendo a su cauce.

Aquí no, aquí te vienen con los mocos hasta la barbilla, los ojos como tomates y emitiendo unos hipidos horrorosos, para que, al momento, les pongas algún tratamiento que les ayude a soportar tan terrible trance. A mí, me dan ganas de darles unas buenas tortas pero no me queda más remedio que darles unos pañuelos, una bolsa de plástico para respirar en ella ( así se combaten los síntomas de la hiperventilación), y un valium, con el fin de que no me inunden la consulta.

Estas cosas antes se trataban con una tila y ahora la gente sólo quiere pastillas. La convivencia es difícil y todo el mundo tiene estos altibajos que hay que ir superando ¡SIN NECESIDAD DE ANESTESIA!, vamos, digo yo.

domingo, 22 de enero de 2012

LA ÚLTIMA URGENCIA DE CONCHI

Conchi trabajó durante mucho tiempo para la Administración como secretaria, hasta que enfermó de cáncer y dejó de hacerlo. Si bien es verdad que tuvo muchas bajas laborales, mantuvo una relación bastante sana con su trabajo, nunca la oí quejarse de éste o de sus compañeros, lo cual me sorprendía mucho ya que una persona tan compleja como ella molesta en el trabajo más que una mosca cojonera.

Tras el diagnóstico de su enfermedad, se encerró en casa. Conchi vivía cerca del Centro de Salud en una casa de protección oficial con bastantes lustros encima. Su decoración era antigua: dormitorio con armario de tres cuerpos, cómoda con espejo, cama con cabecero de madera, todo con el típico barniz brillante de los muebles de los años cincuenta y papel pintado en la pared. Lo recuerdo todo en tonos marrones, el tresillo, el suelo, la colcha...Siempre pensé que aquella decoración no podía traer nada bueno, era como una gran cagada en la que sobrevivía, sola, mi paciente.

La intervención quirúrgica y la quimioterapia la desestabilizaron aún más precisando aumentar su medicación y en varias ocasiones ingresar en Psiquiatría.

Un día yo pasaba consulta y recibo la llamada telefónica urgente de su psiquiatra para preguntarme si sabía algo de Conchi, ya que cuatro días antes se había ido del hospital Psiquiátrico sin el alta correspondiente y no habían vuelto a saber nada de ella, le contesté que no sabía nada y que yo la creía ingresada.

LLamaron a la Policía, sería la última vez que acudirían a ese domicilio ya que tras descerrajar la puerta de entrada (la puerta más echada abajo de toda la ciudad ) buscaron por toda la casa hasta dar con Conchi que, envuelta en una manta, se había metido en el armario de su dormitorio y se había tomado un bote entero de tranquilizantes; así, en la paz de aquel mueble amigo, por fin descansó.

Sinceramente, sentí su muerte. La vida, la consulta y las urgencias ya no serían lo mismo sin Conchi.

sábado, 10 de diciembre de 2011

" PALABROS"

Este país se ha culturizado bastante, afortunadamente. La gente ya no se come los supositorios, ni se traga enteros los comprimidos efervescentes, ni hace preservativos de ganchillo muy apretadito. Lo que todavía es difícil, para la población general, es la terminología médica. Hay listados infinitos de gazapos y paso a contaros algunos de ellos.

-¿Cuál es el motivo de su consulta?.

-Tengo "yaculación atroz " (eyaculación precoz).
-Me duelen las "verticales" (cervicales).
-Me duelen las "catedrales" (cervicales).
-Tengo "gomitos"(vómitos).
-Tengo un "erpezoide" (herpes zoster).
-Tengo "estupidosis vertebral" (espondilosis).
-Me duele cada mes cuando "monstruo" (menstruo).
-Me suben los "gliceritos" (triglicéridos).
-Estoy "enchoná" (?????).
-Se me ha roto el "pirulé" (peroné).
-Tengo "bufetas" musculares (agujetas).
-Tengo picores en el "pepelucio del pepe" (prepucio del pene).
-Me duele el "empeine del pijote" ( non coment).
-Tengo el "show de menier" ( síndrome de Meniére).
-Estoy "descertificada" (descalcificada).
-Tengo un quiste "fatídico" ( hidatídico).
-Tengo dos "lecciones" (lesiones).
-Me vino una "badeja de babasa" y después...bilis (?????).
-Tengo el "celebro" acorchado (cerebro).
-Mejoré con "yecione tremuculare" (inyecciones intramusculares).
-Mejoré con "filtrarrojos" (infrarrojos).

-¿De qué ha sido operado?.

-Me han quitado la "matrícula" (matriz).
-Me pusieron un "ano sobrenatural" (ano contra-natura).
-Me pusieron una "próstata "de rodilla (prótesis).
-Me quitaron la "basílica balear" (vesícula biliar).
-Me han hecho la "famosis" (fimosis).
-Me han puesto "infusiones" en el hombro (infiltraciones).

Otros:

-Tomo "cláusulas" para el dolor (cápsulas).
-Llevo faja "utopética" (ortopédica).
-Llevo faja " torpédica" (ortopédica).
-Quiero ir al "culista" (proctólogo).
-Tengo "proclamada" una visita (programada).

Y así, hasta el infinito y más allá.

domingo, 4 de diciembre de 2011

URGENCIAS VERDADERAS

Siempre comentamos entre los compañeros, que la gente acude de urgencia sin motivo, pero en ocasiones hay emergencias vitales que tienes que atender y lo más horrible es que debes hacerlo a la vez que pasas la consulta. No es como en un Servicio de Urgencias en el que sólo se dedican a éso sino que tienes que atender el infarto, la anafilaxia, la crisis de asma, el coma diabético... lo que llegue, y sin perder comba seguir con los 40 ó 45 pacientes de la lista del día. Alucinante ¿no?, pero este trabajo hay que aceptarlo tal cual es (ésto son lentejas).

Sí señores, la urgencia verdadera amén de subirte la adrenalina al cogote, te provoca un retraso impresentable en la consulta.

Hace dos semanas se desvaneció un paciente en la sala de Espera por una reacción alérgica grave.Tuvimos que atenderlo en el suelo, poner un biombo de separación a un lado del paciente y al otro lado al resto de las personas que estaban esperando en ese momento, a los que se les puso cara de espanto. En cinco minutos habíamos montado una sala de Urgencia dentro de la sala de Espera: vía para poner suero, bandeja con la medicación, electrocardiógrafo portátil, tensiómetro, pulsioxímetro, bala de oxígeno.

El paciente tras el tratamiento se recuperó en el suelo y cuando llegó el 061 para llevarlo al hospital, ya estaba consciente y hablando con nosotros y dándonos las gracias por nuestra rápida atención. ÉSTO ES LO ÚNICO QUE NOS COMPENSA LA MANERA EN QUE TRABAJAMOS Y LOS SUELDOS DE RISA QUE NOS PAGAN.

domingo, 27 de noviembre de 2011

LA NOCHE NO ME CONFUNDE, PERO LA CONSULTA SÍ

Hay ocasiones en que los pacientes nos dejan totalmente ojipláticos, no sabemos si reír o llorar. Hay frases desconcertantes, otras graciosas, otras... no tienen calificación posible y me asaltan una serie de pensamientos inconfesables.

-Doctorsita, el Paracetamol me da sueño (Pues ¡qué suerte!).

-Doctorsita, me duele todo (¿la mando a por uvas?).

-Doctorsita, siempre que como, me amarga la boca (Solo éso?).

-Doctorsita, en el oído oigo coplas (¿Quééé?).

-Doctorsita, cuando me pongo las gafas veo, pero cuando me las quito no veo nada (Uyyy ¡qué miedo!).

-Doctorsita, vengo a por los conservantes (Medicación habitual, jaja, muy gracioso).

-Es que tiene usted muchas cosas- le digo a una viejecita. - Sí, estoy para que me tiren al contenedor.

-Doctorsita, tengo un ataque de estornudos (Bueeenooo... ¬¬' ).

-Doctorsita, tengo picor en la boca del cuerpo ("Vagina"), (Debe tener ansias vivas de comer por cualquier sitio).

-¿De qué color es el moco?- le pregunto al paciente. -Azul. (¡Vaya! ¡Moco pitufo!).

-Cuando apoyo el codo izquierdo en una silla me dan palpitaciones. (Pues, apoye el derecho).

-Doctorsita, he oído que el semen hidrata mucho la piel, ¿pero... sabe como se puede conservar? (¡Ay!, ¡Socorro!, ¡quiere patentar una fábrica de conservas de semen!).

-Un paciente consulta por sangrado al hacer de vientre; mi compañero le dice: ''súbase a la camilla y bájese los calzoncillos que le voy a hacer un tacto rectal.'' Durante la exploración el paciente mira al médico y le espeta: - Pero, ¿así doctor?, ¿Sin un besito ni nada? (Será de coña ¿no?).

jueves, 10 de noviembre de 2011

ALGO VIEJO, ALGO NUEVO, ALGO PRESTADO, ALGO AZUL

Las razones por las que hace tiempo que no escribo en el blog son diversas, pero la principal es que he cambiado de Centro de trabajo y he estado algo atareada.

Como una novia el día de su boda antes de iniciar una nueva etapa de su vida, me fui con los cuatro amuletos que marca la tradición: algo viejo (el maletín), algo nuevo (la bata), algo prestado (el otoscopio), algo azul (grapadora y bolígrafos).

Los gitanos dicen que para que las cosas salgan bien en el futuro, los inicios no deben ser buenos, y debe ser por eso que yo he entrado en el nuevo Centro de Salud ¡COMO UNA MALDICIÓN GITANA!.

La oganización del trabajo es tal que estás atendiendo urgencias día si y día también. ¡Y yo que creía que me trasladaba a un sitio más tranquilo! . Lo cierto es que he protestado como una gallina cuando le retuercen el pescuezo, he hablado con quien tenía que hablar y las cosas parece que se van arreglando.

Las urgencias del Centro nuevo no varían en nada con respecto al Centro anterior, pero como la población es de un nivel socio-económico algo más alto se produce una relación directamente proporcional :

A población más formada ------------Urgencias más tontas

Lo que también he comprobado es que un gran número de mis nuevos pacientes tienen hipotiroidismo autoinmune y cardiopatía isquémica. Aparece otra relación directamente proporcional:

A población más formada ----------Más responsabilidades-----------Más stress

De los nuevos compañeros, decir que, aún no los conozco lo suficiente como para tener una opinión sólida, pero si que la tengo de los que dejo atrás: los mejores con los que he trabajado nunca, personas buenas, sin dobleces y con las que te puedes reír de todo y de todos, incluidos nosotros mismos.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

METERSE EN EL ARMARIO

Conchi debió tener una infancia difícil porque su madre también había sido una enferma mental. No me aclaré del todo sobre qué enfermedad había padecido su progenitora, aunque por las explicaciones de mi paciente creo que también fue una gran neurótica y algo más. Supongo que aquella mujer no dio a Conchi el cariño y el apoyo que necesitaba y ella siempre se sintió bastante desamparada, incluso de niña.

Conchi tuvo después mala suerte en las relaciones amorosas, en gran parte por su neurosis, por lo que estuvo acompañada poco tiempo, siendo, como era, una persona que no soportaba estar sola.

Cuando se encontraba muy deprimida, se metía en el armario de su dormitorio, acurrucada, como si ese mueble fuera el sustituto de un regazo amable en el que sentirse segura y tranquila.

Conchi comenzó a consultar por síntomas extraños; que si sentía un pellizco en el estómago, que si notaba un vuelco en la cabeza... Fue derivada al especialista de digestivo para estudio. Además empeoró de sus síntomas neuróticos con episodios de desorientación. Un día me llaman por teléfono desde un Centro de Salud de la otra punta de la ciudad, para comunicarme:
- Hay una señora que dice que no sabe como se llama, ni dónde vive, sólo se acuerda del nombre de su médico y el Centro de Salud al que pertenece, no ha traído bolso, ni documentos de identificación.
-Si es gordita y bizca es Conchi -contesté yo.
Les aconsejé que la metieran en un taxi y la enviaran para mi consulta.

Conchi había acudido tantas veces a urgencias en los últimos años que ya no le hacían mucho caso y como en el cuento del lobo y las ovejas, el día que le hicieron una radiografía de abdomen no advirtieron una masa que le llegaba hasta el ombligo, acudió a mi consulta y al verla la ingresé en el hospital para estudio. Se le diagnosticó cáncer de útero.

Ni qué decir tiene que, en aquél momento, Conchi empezó a estar realmente enferma.

domingo, 4 de septiembre de 2011

MADRES DE HOY EN DÍA

Todas las mujeres, desde el principio de los tiempos, han cuidado de sus hijos sin haber tenido un libro de instrucciones. En el último siglo las madres han accedido a mayor formación y conocimiento, pero en algunos aspectos las madres de hoy en día se han vuelto rematadamente tontas. Lo que si está claro es que al menos han perdido dos neuronas: la de poner el termómetro y la de mirar la garganta a sus niños cuando parecen estar enfermos, y por supuesto en cuanto éstos dan dos estornudos ya están acudiendo de urgencias al pediatra.

Los pediatras y enfermeras de pediatría asisten a diario, con la boca abierta, a algunas dudas existenciales de las mamás.

-Dr. mi niño tiene 3 años, ¿puede tomar ya agua del grifo?. ( Pero ¿cómo?, ¡ si a los 3 años antes bebíamos agua de los charcos! ).

-Vengo de urgencias porque mi niño se ha cortado.
La enfermera de pediatría sale corriendo en su primer día de trabajo, con grandes dudas sobre su pericia para suturar heridas. Explora al niño y no ve nada.
-¿Pero dónde tiene la herida?.
-En el dedo, se ha cortado con un folio.
-Pero señora, si prácticamente no se ve el arañazo.
-Ya, pero como me ha dicho el niño que le traiga a urgencias. (¡Puaf!, pues menos mal que no le ha pedido hora para el jefe de Servicio de Cirugía).

-Mire Dr., creo que mi niña tiene algún problema de sueño porque la acuesto boca arriba y al volver del trabajo me la encuentro de lado o atravesada en la cama. (A ver señora, es que ¿usted no se mueve mientras duerme?).

-Yo, a mi niña, le limpio la cera de los oídos con unas pinzas, ( la niña tiene 15 días de vida) porque lo he visto en Internet. (Algunas es que no tienen que tener niños, como mucho un gato ).

-Dr. necesito recetas y creo que a mi niño le toca la vacuna de la polio.
El Dr.le entrega las recetas.
-Bueno , pase a enfermería para vacunarlo.
-¡Ay! que despiste, si no he traído al niño. ( O la mato, o la mato).


domingo, 14 de agosto de 2011

CONCHI Y SU AMOR DE VERANO

Os conté que Conchi tuvo un marido que conoció en terapia de grupo, del que se separó a los pocos años de casados, lo que me pareció normal si tenemos en cuenta que eran, los dos, unos neuróticos "del quince".

Durante un verano empecé a ver a Conchi muy arregladita, hacía dieta para adelgazar y en una semana renovó todo su armario gastándose un pastón en El Corte Inglés. Me confesó que se había enamorado de un hombre viudo, guapo, licenciado en Derecho, que trabajaba en la misma empresa que ella y pensaba que era correspondida. Sinceramente, me quedé ojiplática porque Conchi no era lo que se dice fea, pero era un poco bizca, tenía sobrepeso y sobre todo, estaba como una regadera.

En las sucesivas visitas a mi consulta me contó los avances de su relación, sus viajes, sus románticos encuentros...; pero yo nunca la vi acompañada por aquél hombre-joya del que me hablaba y no llegué a saber si fue una fantasía de Conchi, que en su imaginación se veía emparejada con aquél compañero de trabajo o si realmente existió un escarceo amoroso. Nunca sabré si Conchi tuvo una idea delirante o realmente tuvo un romance de verano. Me inclino a pensar que fue una historia cierta, ya que la paciente en aquellos meses no puso ningún domicilio y sus urgencias vitales bajaron de forma considerable.

Al llegar el invierno, como todas las cosas, el idilio se enfrió y Conchi dejó de hablar de él, no sin antes echar unas lagrimitas en la consulta por lo que había terminado y seguramente, porque entraba en su fase depresiva habitual. Conchi empezó a tener síntomas extraños provocados por otra enfermedad que comenzaba a dar señales en su cuerpo y que más adelante os contaré.

sábado, 6 de agosto de 2011

MALA SUERTE / BUENA SUERTE

Según pasan los años y vas atendiendo a diferentes pacientes, de diferentes lugares, en diferentes momentos de sus vidas, te das cuenta de algo que ya sabemos: la suerte influye mucho en la vida.

Hay personas que se buscan sus propias enfermedades por sus malos hábitos o su forma de vida, pero hay otras que parecen estar marcadas por un halo de fatalismo o por su mala herencia genética o por ambos, pero el caso es que les ocurren toda clase de desgracias totalmente inmerecidas; desde luego hay gente que tiene muy mala suerte.

Algunos no tienen suerte ni cuando deciden poner fin a sus días por enfermedades, reveses económicos, sentimentales, o porque la vida en su conjunto se les hace demasiado cuesta arriba.

Recuerdo dos casos de intento fallido de autolisis, pero no me refiero a esos casos en los que la gente sólo quiere llamar la atención con ese acto, sino de los que tuvieron la decisión firme de quitarse la vida.Tuve una paciente que sufría mucho con su enfermedad mental y un día a primera hora de la mañana se tiró desde un sexto piso cayendo en el techo de un coche que estaba aparcado al lado de la acera, sólo se rompió la pelvis pero casi mata al conductor que acababa de meterse en el vehículo para ir al trabajo. Siendo yo residente llegó al hospital un hombre que se había disparado con una escopeta, pero no calculó bien y el tiro le arrancó toda la cara aunque no murió.

Por el contrario, en una ocasión atendí a un paciente que acudió a urgencias por dolor de estómago que no cedía con ningún tratamiento por lo que fue ingresado; al preguntarle por sus padecimientos anteriores me aseguró que nunca le había ocurrido nada excepto que en la guerra fue fusilado; ¿cómo?, ¿fue fusilado y no murió?. Según me contó, el pelotón de fusilamiento apuntó a un grupo de hombres y cuando le dieron la orden de ¡fuego!, una décima de segundo antes del disparo, se tiró a la zanja que previamente habían cavado y tuvo la suerte de que cuando fueron a rematarlos, la pierna de alguno que ya había muerto le cubrió la cabeza, por lo que el tiro de gracia sólo le hizo un rasguño; sus verdugos no se molestaron ni en cubrirlos con tierra; esperó varias horas para salir de allí y posteriormente huyó.

Quizás por buena o mala suerte, Dios, la casualidad, la pierna de alguien, el error en el disparo, el Destino...siguieron viviendo, lo que sí es cierto, es que aún no había llegado su hora.

viernes, 22 de julio de 2011

NECESITO VACACIONES CON ¡ URGENCIAA !

En Medicina se habla de número de consultas realizadas al año con cifras que asustarían al mismísimo Instituto Nacional de Estadística.

Cuando va llegando el verano y veo las vacaciones cerca, me empieza a entrar lo que yo llamo el "punto crítico de saturación"(como el disolvente que no admite más soluto). En ese momento me pueden ocurrir síntomas alarmantes de cansancio como pueden ser:

_Seguir la conversación del paciente que ha salido por la puerta con el que entra después (horror).
_Parálisis de sueño (horror horroroso).
_Cambiar el orden de las palabras, por ejemplo, acude alguien con vértigo y pregunto: ¿le dan cosas las vueltas? (le vuelvo a hacer la pregunta y lo vuelvo a decir al revés).
_Ver la lista de los pacientes del día y me dan sudores.
_Olvidar palabras corrientes (Alzheimer prevacacional).
_Me pongo a auscultar al paciente con los extremos del fonendoscopio en el cuello en lugar de colocados en los oidos (claro, no oigo nada).

Mis pacientes corren más peligro en la consulta que haciendo rafting en un río de aguas turbulentas.

domingo, 17 de julio de 2011

Y EL PAJARITO ALZÓ EL VUELO

Cuando eres residente de medicina, mujer y tienes 24 años, las historias de las vidas de los pacientes te acaban importando más que los motivos por los que acuden a Urgencias.

No recuerdo su nombre pero tenía más de 80 años, era una mujer alta, aún con buen tipo, bien vestida y los labios superpintados. Me llamó la atención el hombre que la acompañaba que también era alto, bien parecido y vestía un traje color beige, casi blanco, a juego con su pelo cano.

El motivo de la urgencia fue un dolor torácico que ella padecía desde hacía unos días; acudió al hospital porque, según dijo, no quería morirse de ninguna de las maneras, ni de infarto ni de ninguna otra cosa, ya que aseguraba estar viviendo, desde hacía un tiempo, la etapa más feliz de su vida junto al hombre al que había amado desde joven y por el que había esperado más de cuarenta años.

Ese hombre,el que la acompañaba, se había casado con otra mujer con la que tuvo varios hijos; ella por su parte, se había casado con un notario por despecho pero nunca se llegó a consumar el matrimonio, ya que, según contaba, seguía enamorada de aquél otro hombre y además su marido "no sabía ni besar"(creo que me quiso dar a entender que el notario era gay). Quiso dar marcha atrás a ese matrimonio fallido, intentando obtener la nulidad eclesiástica (eran otros tiempos), por lo que tuvo que enseñar "el pajarito" ( así es como lo llamaba ella) a los peritos médicos que hubieron de certificar la no consumación de aquél desdichado enlace.

Tras muchos años separados y habiendo él enviudado, el hombre de beige y la mujer de los labios pintados volvieron a encontrarse en la tierra que los vio nacer, y desde entonces vivían juntos y felices. No me atreví a preguntarle a ella si "el pajarito" había alzado el vuelo, pero supuse que sí.

Su historia era tan romántica que nos enfrascamos en ella y tras una hora de conversación llegaron los resultados de las pruebas pedidas (EKG, analítica,etc ). Se le diagnosticó un dolor torácico inespecífico. Ella sacó su barra de labios, se los pintó con mucho cuidado y se marchó del brazo de su hombre, haciendo la pareja más hermosa que había visto nunca.

jueves, 7 de julio de 2011

¨ DIENTES, DIENTES, QUE ES LO QUE LES JODE"

Famosa frase de Isabel Pantoja para la posteridad, que me viene muy bien para aludir al tema de los dientes, que, efectivamente, joden mucho cuando se te ponen malos.

El dolor de dientes o muelas está entre los peores que puede sufrir el ser humano.Todos recordamos ese dolor por caries en la infancia; te dan ganas de arrancarte la muela dándote un mamporro a ti mismo.

Ahora a los niños se les cuida bastante la dentadura dentro de la S. Social y fuera de ella. Lo malo llega a los 40 años, cuando empiezan a fallar los dientes. Los adultos cada vez más recurren a los implantes cuando no hay más remedio que quitar una pieza. Pero aún hay personas, sobre todo mayores, que llevan dentaduras postizas, de esas... que se les caen cuando abren la boca para enseñarte la garganta, de esas... que hay que quitar inmediatamente cuando hay que hacer resucitación, de esas... que les quedan grandes según envejecen las mandíbulas, de esas... que aparecen en Objetos Perdidos.

A veces los dientes saltan, literalmente.
_Dr. vengo a comentarle que el puente de arriba me ha hecho daño en la encía porque no me ajusta. Y...el puente aparece, dando un salto, encima de la mesa.
_Dr. me han dicho que tengo piorrea y se me mueven algo las piezas. Y...un diente ponzoñoso brinca delante de tus narices.

Se comprende que ir al dentista es caro y no está al alcance de todos los bolsillos, amén del pavor que tienen algunas personas al torno y la anestesia, pero "un poquito de por favor", mantengan ustedes los dientes dentro de la boca.

domingo, 3 de julio de 2011

CONCHI Y LA DEFENSA PERSONAL

Ya os he hablado de Conchi, la tremenda neurótica de mi cupo. En una ocasión vino a mi consulta llorando, porque la semana anterior su marido le había dado un guantazo.

Os diré que Conchi se había casado, ya mayor (con más de 40 años), con un sujeto que había conocido en "Terapia de Grupo", y que como podéis suponer tampoco estaba muy equilibrado. No era mala persona, pero Conchi le debía sacar de quicio y cuando se peleaban acababa dándole un mamporro a su esposa.

Por supuesto a mi paciente la convencí de que nadie tiene derecho de agredir a nadie, y que la próxima vez no se dejara pegar, que se defendiera y que lo denunciara.

Y, mira por dónde, en la siguiente trifulca, lo primero que pilló Conchi fue un paraguas que enarboló como una espada dando paraguazos al aire, pero su marido lo agarró en una de las embestidas, y se lo caló a Conchi en el cogote como quien cala una boina.

Volvió a la consulta a contármelo y al imaginarme la escena me dió un ataque de risa que enseguida contagió a la paciente, y las dos:
_ "ja,ja,ja"....."ja,ja,ja".
_Conchi, tu vida es un guión genial para una película de Almodóvar, le dije entre carcajada y carcajada.

Sorprendentemente, la paciente nunca fue a urgencias para denunciar los golpes de su marido, probablemente, porque yo creo que Conchi aunque no lo reconociera, también le arreaba a su pareja, si no con la mano, sí con la palabra, que por cierto lanzaba con toda precisión al corazón del adversario.

martes, 28 de junio de 2011

SOS, ¿HAY UN MÉDICO EN LA SALA?

Todas las personas tenemos el deber de socorro, pero a los médicos, además, nos obliga la deontología profesional.

La mayoría de nosotros tenemos la experiencia de haber atendido a alguien en la calle: un síncope, una intoxicación etílica, alguien que se atraganta en un restaurante... (nuestra pesadilla más recurrente es tener que abrir una tráquea con un cuchillo de cocina y meter el tubo de plástico de un bolígrafo bic, por la membrana cricotiroidea).

El fin de semana pasado fui a evadirme a un Centro comercial; yo estaba disfrutando como un verraco en un charco de barro entre cortinas y toallas, cuando por el altavoz se escucha:
"Por favor si hay algún médico en el Centro rogamos se persone en la cafetería".
Puag!, ¿pero aquí también?, pensé. Dudé un segundo entre hacerme la sueca o salir pitando a socorrer a quien fuese, me decidí por lo segundo y salí corriendo, pero el maldito Centro comercial es como un laberinto y cuando había pasado por tercera vez por las cortinas y toallas pensé que si la cosa era grave estábamos apañados; me acerqué a un dependiente para preguntarle cómo llegar a la cafetería y me llevó, por un atajo no permitido al público, derechita a mi destino. Al llegar me informaron de que una chica se había mareado pero que otro médico que estaba allí mismo la había atendido y se había recuperado rápidamente.

¡En fin! es lo que tiene el pollo con arroz.

martes, 21 de junio de 2011

PARA ESTAR MONA HAY QUE SUFRIR

Ahora la gente mayor, me refiero a gente muy mayor(de 85 años o más), tiene las mismas inquietudes que los jóvenes. Los ancianos quieren estar delgados y guapos, y se operan de lo que sea con tal de tener mayor calidad de vida. Piden ir al dermatólogo para quitarse las verrugas y las manchas(necesitaríamos 1.000.000 de dermatólogos para quitar las verrugas a toda la población), se operan de cataratas, se ponen prótesis de cadera y rodilla, implantes dentarios, la edad ya no es freno para ponerse stents coronarios y otros artilugios.

Hay especialistas que se inclinan por operar a cualquier edad y otros que piensan que a ciertas edades no se debe tentar al demonio, por la posibilidad de que aparezcan complicaciones.

Luisa, una paciente de 93 años, acudió a Traumatología porque quería operarse del juanete y del segundo dedo del pie derecho que se había curvado, por lo que le rozaba con el zapato y además tenía muchas molestias.También se quejaba de que no encontraba calzado que le valiera. La traumatóloga que la atendió le dijo que era muy mayor para la operación y que había otra solución.Cogió el zapato de la buena mujer y con una tijera le hizo un agujero enorme en la punta por donde asomaban el primer y segundo dedos del pie.
_¡Ea!, solucionado_dijo la especialista.
La anciana, al día siguiente, indignada, fue a enseñarme el zapato(con su pie dentro, claro) y me dice:
_Si, ciertamente ya no me molesta, pero ahora voy a tener que hacer un agujero en el otro, aunque nada mas sea para que los zapatos hagan juego.

viernes, 17 de junio de 2011

MALENTENDIDOS

El Español es uno de los idiomas más ricos del mundo. Hay palabras usadas en Hispanoamérica que no conocemos en España o que significan cosas diferentes en cada uno de los países hispanohablantes.
Incluso hablando para españoles, los malentendidos se dan a diario.

Viene un ancianito con dolor de espalda.
_Súbase_le digo, refiriéndome a la camilla. En ese momento me agacho a coger un papel y se me sube a caballito.

Voy a explorar a una paciente.
_Súbase a la camilla boca arriba, y cuando te levantas, ves que el paciente está boca abajo, con la cara pegada a las sabanillas y casi sin respirar.

Consulta un paciente.
_Doctorsita, vengo porque me añusgo.
_¿Qué es éso?_me pregunto.(Diccionario, añusgarse: atragantarse).

Hace poco, un compañero atendió a una paciente chilena que acude de urgencias.
_Dr. el pupo me supura y huele mal.
La paciente se señala hacia el vientre con su dedo índice hacia abajo. El médico da por hecho que habla de su vagina y le pregunta:
_¿Te molesta cuando tienes relaciones?.
_Pues, nooo.
_¿Utilizáis preservativo?.
_¿¿¿Por qué???
_Tu marido, ¿tiene molestias?.
_¿Cómoooooo?.
Mi compañero desconcertado y la paciente algo mosca.
_Pero vamos a ver, ¿qué es el pupo?.
_Pues ésto; la paciente se levanta la camiseta y muestra su ombligo.

A quien le interese:
Pronunciación: pupo.
Etimología: del quechua pupu.
Sinónimo: ombligo.

martes, 14 de junio de 2011

HEIDI LLAMANDO A PEDRO

Son muchos los lugares públicos, donde se ruega a la gente que desconecte sus teléfonos móviles, para que no interrumpan ni molesten con su sonido. Eso, lógicamente, se sobrentiende en las consultas médicas.

En general, la gente se olvida de apagar sus teléfonos y piden excusas cuando suenan; en otras ocasiones se olvidan de que están en consulta y se ponen a hablar como cotorras, cosa que es, evidentemente, de muy mala educación. He escuchado conversaciones en español, árabe y chino.

En una ocasión entra en consulta un paciente con dolor de garganta. Le debió sonar el móvil, que llevaba en el bolsillo de la camisa entrando por la puerta y, seguramente, apretó el botón de encendido en lugar de apagado. El médico se acerca con la linterna y el depresor.

_Abra la boca _le dice.

Al abrirla se oye: "¡Pedro!, ¡Pedro!". El doctor se retira un poco, sin saber si realmente había oído aquello o no. Se acerca de nuevo.

_ A ver, abra la boca _repite.

Y vuelve a oir: "¡Pedro!, ¡Pedro!, ¿estás ahí?". Mira por detrás del paciente para ver de dónde viene esa voz; y otra vez, cuando el paciente vuelve a abrir la boca, escucha: "¡Pedroooo!, ¡Pedrooooo!".

_Pero ¿está usted oyendo Pedro, Pedro? _pregunta el médico.
_¡Uy! perdone, Pedro soy yo, debe ser que tengo abierto el móvil, un segundo que lo apago.

lunes, 13 de junio de 2011

COMO EL FARO DE ALEJANDRÍA

El nombre de faro proviene de una torre de 180 m. que fue construida en el 283-246 a.de J.C. en la isla de Pharos frente al puerto de Alejandría. En lo más alto ardía una hoguera durante la noche que se veía a una distancia de 55 km. En el basamento se leía "Sóstrato de Cnido, hijo de Dimócrates, a los dioses salvadores, por aquellos que navegan por el mar".
Con la misma fuerza que el faro atrae a los marineros en el mar, así atrae nuestro Centro de Salud a la gente en tierra. Éste se encuentra a 28 km de la capital. Hay una flota de autobuses que realiza múltiples viajes de ida y vuelta entre aquélla y la zona norte de la provincia, teniendo una parada justo delante de nuestra puerta.

Que hay un accidente de tráfico en cualquier pueblo de los alrededores, aunque tengan sus propios Centros de Atención, se vienen a nuestro Centro.

Que una embarazada parece que no va a llegar a la capital a dar a luz, para el coche, y a nuestro Centro.

Que alguien ayer se dió un porrazo en la rodilla y al subirse ahora al autobús nota que le da un tirón, se baja y consulta urgente en nuestro Centro.

Que el autobús ha dado un frenazo en la capital y se han desmoñado unas 20 personas, el chófer tira hacia su destino y descarga a los 20 afectados en nuestro Centro.

Esta semana acude un paciente con gran ansiedad alegando no poder orinar. Ha ido a primera hora de la mañana al hospital, al Servicio de Urología, por un problema de próstata, le hacen beber bastante agua para hacerle una prueba, pero cuando le dicen que orine, no puede. En lugar de resolver el problema allí mismo (ya digo, Servicio de Urología), se va con la vejiga llena, recorre media ciudad hasta llegar al Centro donde le pidieron la dichosa prueba (donde por cierto hay urólogo)  a pedir cita para otro día; vuelve otra vez por donde ha venido metiéndose en todos los bares que encuentra en el camino a ver si consigue hacer pis; llega a la estación de autobuses para regresar a su casa que está a 40 km., y cuando pasa por nuestro Centro ¡zas! se baja porque dice que no puede más y entra urgente en mi consulta con un globo vesical del tamaño de una sandía.
Pero alma cándida ¿no podían haberle sondado en el hospital hace 6 horas?,vamos digo yo.


sábado, 11 de junio de 2011

¡POR FAVOR, VAYA AL GRANO!

Cada día, cada médico de Atención Primaria atiende alrededor de 50 pacientes, lo que supone resolver 1.000 consultas al mes o lo que es lo mismo 12.000 consultas al año. Es por ésto que intentas que el paciente sea lo más concreto posible y vaya al fondo del problema sin andarse por las ramas. Hay gente que te plantea su sintomatología de forma muy clara y a otros les tienes que reconducir su exposición continuamente.

A veces los síntomas son extraños, inespecíficos, o imposibles como ese dolor típico de mujer de 50-60 años:
_Doctorsita tengo un dolor en el cuello que me va al hombro y me baja por el costado hasta la cadera y luego va hacia el otro hombro. (¿Habla de un dolor o de un circuito de Fórmula 1?).

Actualmente atiendo a muchos pacientes hispanoamericanos, sobre todo peruanos, y he comprobado que tienen una forma peculiar de exponer sus síntomas; pueden venir a consulta por anginas y empiezan por referirte lo que sienten en los pies:
_Doctorsita, vengo porque noto flojera en las piernas. (¿Tendrá algo neurológico?).
_Y noto un gran cansancio. (¿Tendrá anemia?).
_Y me duele muchísimo la cabeza. (¿Tumor cerebral?).
_Y noto escalofríos.
_¡Ah! pero ¿ tiene usted fiebre?.
_Si y me duele mucho la garganta al tragar desde hace dos días.
_Acabáramos, abra la boca. ¡Puf! amigdalitis con placas. ¡Pues podía haber empezado por ahí!.

martes, 7 de junio de 2011

DIÁLOGO DE BESUGOS

Uno de los problemas con el que nos enfrentamos al hacer la historia clínica o la exploración a los pacientes que nos consultan es que padezcan sordera o que desconozcan el castellano. Hay que poner mucha atención o si no, puedes cometer errores de interpretación.

Le pregunto a Juan (un paciente mayor con neumonía):
_Y la tensión ¿qué tal?
_¡Uy! hija la pensión muy pequeña, gracias a unos ahorrillos...
A un paciente extranjero:
_¿Le duele la cabeza?. Me toco la cabeza y pongo gesto de retortijón, el paciente mira a su acompañante y pone cara de no entender nada.

Si viene un paciente sordo sin audífono le hago las preguntas en un tono tan alto que toda la sala de espera se entera de lo que le pasa.

En una ocasión atendí a un paciente sordomudo que vino a mi consulta de urgencias por picores. Anteriormente ya había consultado varias veces por lo mismo y le habían puesto distintos tratamientos, incluída una inyección de URBASON. A fuerza de leerle los labios me enteré de que los picores los tenía en sus partes, le exploro, y resultado: ladillas. ¡Ay! pobre.

viernes, 3 de junio de 2011

YA ME ACOSTARÉ CUANDO ME MUERA

Hay pacientes que por su enfermedad cardiaca o respiratoria, o ambas, tienen aversión a tumbarse en la cama; duermen con dos almohadas o más y se sientan de vez en cuando para respirar mejor.

He tenido dos pacientes que durante años jamás se echaron en su cama y durmieron en un sillón, sentados claro. Esa costumbre tan insana a uno de ellos le produjo edemas intensos en las piernas que produjeron gran tensión en la piel y en ella aparecieron grietas por las que rezumaba líquido seroso en gran cantidad, el otro tenía las piernas tan hinchadas que parecían dos tubos (igual por arriba que por abajo), y además era diabético con lo que hizo una gangrena seca en el pulgar del pie izquierdo por lo que fue enviado urgente al hospital para amputación del dedo, pero el paciente se negó aduciendo que el dedo era suyo y que quería esperar a ver qué pasaba. Durante su ingreso hospitalario le obligaron a acostarse y al volver a casa de pronto nos mostró unas bonitas piernas torneadas.

Pensé que cualquier día el dedo quedaría perdido en su zapatilla, pero por no se qué milagro empezó a mejorar de día en día hasta ponerse casi normal, ¿empleó algún remedio casero inconfesable de los que él solía utilizar?, por ejemplo cuando le dolían las rodillas se echaba en ellas FAIRY o en su defecto CRISTASOL y le mejoraban ¡muchísimo!
Yo me hacía de cruces pero claro ¡¡si a él le venía bien!!

domingo, 29 de mayo de 2011

¡ MARCHANDO UNA DE PARTOS!

Cuando yo era médico interno residente, roté por el Servicio de Ginecología y atendí junto con las matronas algunos partos. Asistir un parto no es difícil cuando todo va bien.

Después pasan los años y en los Centros de Salud urbanos en los que he trabajado nunca hubo ningún parto, por lo cual dejas de verlo como algo sencillo y te conviertes en un profano más en la materia. Ahora que pertenezco a un Centro de Salud rural, con muchas pacientes extranjeras, cada dos por tres recala una parturienta en la consulta.

¿Habéis visto las ciruelas maduras cómo se caen del árbol? pues así se les caen a ellas los niños; y eso ocurre porque son jóvenes, multíparas y porque esperan hasta muy tarde para acudir al hospital, las malas lenguas aseguran que es para que las bajen en ambulancia a la capital pero creo que es más porque las mujeres se enfrentan al embarazo y al parto de forma diferente según las distintas culturas.

La semana pasada viene a urgencias una mujer con una gran barriga; antes de nada, al verla tan a término, el médico le pregunta que de cuántos meses está.
_Pues de ocho o nueve _responde la paciente.
_Pero ¿cómo de ocho o nueve? o de veinte como las elefantas (cavila el médico).Y le pregunta:
_Pero ¿no te has hecho controles ni ecografías?
_Pues no _responde ella.
_Bueno y ¿qué te pasa? _dice el médico
_Que me duele la tripa _contesta.

¡¡¡La pucha!!! _que diría Mafalda_ mi compañero sale pitando en busca de nuestra matrona (menos mal que si que estaba) y efectivamente la paciente está de parto pero puede llegar al hospital sin problemas.

miércoles, 25 de mayo de 2011

LA UNIDAD DEL MAREO

En los hospitales existen consultas específicas de una patología determinada que se denominan Unidades: Unidad de Mama, Unidad del Dolor...Todavía no se ha puesto en marcha, que yo sepa, una Unidad dedicada al mareo y ya lo siento, ya que es de las patologías más chungas de la Atención Primaria y de la Medicina en general.

Para empezar hay que discernir entre mareo, vértigo, presíncope, inestabilidad, y aunque son conceptos básicamente diferentes en ocasiones son difíciles de separar.

El vértigo o mareo normalmente cede en pocos días con un antivertiginoso, pero es causa de numerosas consultas urgentes ya que en ocasiones no te permite moverte lo más mínimo, vomitas continuamente y es que estás mala, muy mala, mala, mala,de acostarte.

El mareo puede ser estudiado por otorrinos, neurólogos, cardiólogos, que tras una serie de pruebas y exploraciones pueden poner la etiqueta diagnóstica a los síntomas del afectado. Normalmente los pacientes derivados al especialista no vuelven con un diagnóstico concreto y te quedas como estabas, tú y el paciente; los otorrinos nunca encuentran nada, los neurólogos tampoco y los cardiólogos en contadas ocasiones descubren arritmias o alteraciones vasculares responsables de estos cuadros.

He comprobado que las mujeres nos mareamos mucho más que los hombres, parece como si el mareo se heredara ligado al cromosoma x.Y no hay nada peor que esa mujer que llega a la consulta y tras haberte contado su dolor de lumbares, recogido los resultados de los análisis que se acaba de hacer, haberle hecho las recetas del mes de ella misma, de su marido y de su madre, haberte recordado que le toca hacerse una citología y que ha empezado con síntomas de alergia ambiental, cuando se va a levantar de la silla y parece que va a salir por la puerta te suelta:
ah!, se me olvidaba decirle que desde hace unos días me mareo_.
En ese momento, "ñoooc", se te cae la gota de sudor (como a Shin chan ) y echas de menos una interconsulta que ponga :UNIDAD DEL MAREO, para poder derivarla inmediatamente a golpe de ratón.

domingo, 22 de mayo de 2011

TE DESORGANIZO A Ti PARA ORGANIZARME YO

A estas alturas de la película todo el mundo sabe que las consultas de la Seguridad Social en este país están masificadas sobre todo las de Atención Primaria.

Por más que se han ido ampliando, el número de huecos por día en nuestras agendas no son suficientes y siempre hay consultas extras que nosotros catalogamos como urgentes porque tienes que atenderlas en el momento, pero que en realidad son "fuera de cita" que se mezclan con los pacientes citados y las verdaderas urgencias.

Hay innumerables motivos por los que alguien viene fuera de cita: necesitar un justificante o una baja laboral por no haber acudido al trabajo al caer enfermos, necesitar una receta de algún tratamiento que no dan en la farmacia sin ella, venir a casa de alta hospitalaria sin las recetas y sin ninguna explicación de lo que tienen que hacer..., éstos son algunos ejemplos en los que la gente se ve en la tesitura de acudir a tí a cualquier hora para solucionar sus problemas.

Pero en muchas otras ocasiones estas fuera de cita son lo que yo llamo: "te desorganizo a tí para organizarme yo". Es el típico paciente que según entras por la puerta te atropella pidiéndote que le atiendas antes porque a la hora en que está citado tiene otra cosa que hacer, ¡ANDA LA OSA!, lo mismo da que tú tengas avisos, urgencias, reuniones, asuntos administrativos pendientes... ,o el caso del paciente que llama por la mañana para pedir cita y como ya no queda hueco en la agenda de su médico es invitado por el administrativo a venir "urgente por la tarde" en el horario de dicho médico, ¡ANDA LA OSA OTRA VEZ! Además de estos supuestos que se dan a diario los hay que son absolutamente kafkianos por ejemplo esta misma semana:
-Chico de 22 años que acude el domingo al Servicio de Urgencias por faringitis y vuelve el lunes a mi consulta para ver la evolución (pues ni el Sputnik es más rápido oye).

-Paciente del Dr.S. que acude al Centro porque su hermana necesita un informe de salud para no acudir a la mesa electoral y es pasada a toda prisa al Dr.C. que ese día cubre las urgencias. ????

-Cadáver de anciana que a las 8:00 de la mañana pretenden pasarnos como urgencia desde el Servicio de Urgencias nocturno (comparten edificio con nosotros) porque era paciente nuestra ¡ANDA LA REOSAAAAAAAA !

viernes, 20 de mayo de 2011

EN OCASIONES VEO " DEDOS"

En medicina hay cosas sorprendentes como que las patologías se acumulen en el tiempo y por rachas, pero no solo las contagiosas por ejemplo las infecciones respiratorias en invierno en clara relación con las bajas temperaturas, sino otras que por alguna razón científica o por azar se observan agrupadas: cólicos biliares, cólicos renales, migrañas, infartos de miocardio...

Sin ir más lejos las urgencias de esta semana han estado protagonizadas por los dedos de las manos; patología traumatológica de los dedos de las manos:
-mujer de mediana edad con fractura de falange al pillarse los dedos con la puerta del coche.
-señor de mediana edad con artritis interfalángica al pillarse los dedos con la puerta del coche.
(ésto parece el un, dos, tres)
-señor mayor con luxación de dedo al descargar un saco.
-chica joven con contusión en el dedo al golpear un saco de boxeo.

¿Pero qué pasa? ¿Es posible que los dedos se hayan vuelto torpes de repente o es el inicio de la actividad que surge tras el largo letargo invernal?

El tema daría para un ensayo clínico en toda regla aunque las variables pueden ser tan infinitas que no se si llegaríamos a alguna conclusión incluso aplicando el contraste de hipótesis, si yo digo: "Los dedos se vuelven tontos en primavera" o "En primavera los dedos hacen algo" ¿cuál sería la hipótesis nula y cuál la alternativa?.

Si Dios creó al hombre al sexto día, seguro que era de primavera porque le puso diez dedos en las manos y en los pies por lo que pudiera pasar.

Por cierto se nos han acabado las férulas.

CÓMO VACIAR RÁPIDAMENTE UNA SALA DE ESPERA

Si hay algo que llevo mal es ver la sala de espera a rebosar con gente que debe permanecer de pie porque no quedan asientos para todos. Sales a llamar a alguien y todos los ojos, ansiosos, te miran con la esperanza de que el siguiente en pasar sea él o ella; y nunca está la sala de espera más llena que cuando entre paciente y paciente llega una urgencia de importancia que te exige ir a la sala de curas para una exploración más profunda o para instaurar tratamiento bien con medicación, oxígeno, sueroterapia, ECG...en los casos que lo requieran. Vuelves a tu sala de espera y todos desesperan porque en media hora has retrasado seis o siete citas (como poco).

Eso si, no hay mejor remedio para vaciar una sala de espera, que la urgencia que se genera en ella, es decir, la propia espera es la que desestabiliza tanto al paciente que éste explota como el cava cuando se descorcha. Son normalmente episodios de mareos, palpitaciones, disnea por el calor...que hacen que el paciente que acudía normal se convierta en "lo mío es muy urgente".Recuerdo dos ocasiones en que me dejaron la sala totalmente vacía en cinco segundos.

El LuisMa era un pequeño delincuente-drogadicto, y por cierto un chaval muy bueno en algunos aspectos, que una tarde en la que acude a consulta les dice a las marujas que le rodeaban que: necesitaba pasar con urgencia; ante la negativa de las amas de casa sacó una navaja y se cortó la palma de la mano. LuisMa sangraba como un cerdo y las marujas salieron despavoridas a la calle en menos que canta un gallo, solo unas poquitas se atrevieron a volver quince minutos más tarde.

En otra ocasión fue Conchi, ya sabéis la neurótica más neurótica del mundo mundial, que estando la sala de espera a rebosar de repente pegó tal grito que ni King kong al unísono le hubiera hecho sombra, la sala se vació y cuando salí a ver qué pasaba sólo estaba Conchi sentada, rodeada de un mar de sillas vacías. Por supuesto fue atendida la primera ante la gran urgencia vital que le hizo chillar de esa manera.

LA MÁS NEURÓTICA Y SU APRETÓN

Másquepacientes.com

Hace unos días nos enteramos en el Centro donde trabajo que existen muchas páginas en Internet para lanzar opiniones sobre cualquier médico del territorio patrio. En un primer momento no sabes qué pensar, te parece bien, te parece mal, al final me dio igual aunque tuve la sensación desagradable de que dado el anonimato con que se escriben estas opiniones cualquiera puede acabar con la reputación de un profesional en menos que canta un gallo y sin moverse de casa, es tan fácil como decir lo que te de la gana.

Se me ocurrió que podríamos hacer páginas de cualquier profesión o ámbito y dar puntuaciones por ejemplo a los fontaneros, abogados, funcionarios de la Administración ... y porqué no ¡listados de pacientes! Y sin faltar al secreto profesional, por supuesto, darles unos puntos según su comportamiento, así sabríamos a qué atenernos también los médicos a la hora de admitirlos en nuestros cupos.

Si eres médico en el Sistema Público no puedes elegir a los pacientes, ellos a ti si claro y sólo en casos muy concretos puedes rechazarlos y si además trabajas en Atención Primaria tienes que atender a todo el que entra por la puerta sea paciente tuyo o no, dado que cuando "lo mío es muy urgente" la atención tiene que ser aquí y ahora. Y lo mismo da que se trate de un infarto de miocardio o de la caída del pelo, así que te tragas con patatas toda tu consulta (un paciente cada 5 minutos) más las urgencias que van llegando que pueden ir de cero a infinito.

Dicho todo lo anterior y sin ánimo de ofender a los pacientes (no soy House), sobre todo a los míos a los que aprecio (menos a dos o tres), voy a seguir escribiendo sobre las urgencias que me estresan tanto, lo que creo me ayudará a conservar el mayor tiempo posible mi salud mental.

Por cierto hoy ha venido una ancianita con dolor de espalda y espero haber acertado.