Hay ocasiones en que los pacientes nos dejan totalmente ojipláticos, no sabemos si reír o llorar. Hay frases desconcertantes, otras graciosas, otras... no tienen calificación posible y me asaltan una serie de pensamientos inconfesables.
-Doctorsita, el Paracetamol me da sueño (Pues ¡qué suerte!).
-Doctorsita, me duele todo (¿la mando a por uvas?).
-Doctorsita, siempre que como, me amarga la boca (Solo éso?).
-Doctorsita, en el oído oigo coplas (¿Quééé?).
-Doctorsita, cuando me pongo las gafas veo, pero cuando me las quito no veo nada (Uyyy ¡qué miedo!).
-Doctorsita, vengo a por los conservantes (Medicación habitual, jaja, muy gracioso).
-Es que tiene usted muchas cosas- le digo a una viejecita. - Sí, estoy para que me tiren al contenedor.
-Doctorsita, tengo un ataque de estornudos (Bueeenooo... ¬¬' ).
-Doctorsita, tengo picor en la boca del cuerpo ("Vagina"), (Debe tener ansias vivas de comer por cualquier sitio).
-¿De qué color es el moco?- le pregunto al paciente. -Azul. (¡Vaya! ¡Moco pitufo!).
-Cuando apoyo el codo izquierdo en una silla me dan palpitaciones. (Pues, apoye el derecho).
-Doctorsita, he oído que el semen hidrata mucho la piel, ¿pero... sabe como se puede conservar? (¡Ay!, ¡Socorro!, ¡quiere patentar una fábrica de conservas de semen!).
-Un paciente consulta por sangrado al hacer de vientre; mi compañero le dice: ''súbase a la camilla y bájese los calzoncillos que le voy a hacer un tacto rectal.'' Durante la exploración el paciente mira al médico y le espeta: - Pero, ¿así doctor?, ¿Sin un besito ni nada? (Será de coña ¿no?).
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