sábado, 6 de diciembre de 2014

ESOS OBJETOS CABRONES QUE NO QUIEREN SALIR

Las urgencias por cuerpo extraño son frecuentes, a menudo ridículas y en ocasiones comprometen la vida.

Los niños son sujetos que, cuando se aburren, se entretienen metiéndose toda clase de objetos diminutos en los oídos, en la nariz o en la boca, especialmente botones, monedas, granos de arroz, guisantes... Lo peor viene cuando cualquiera de ellos se aloja en la laringe o se queda atascado en el esófago; huelga comentar la super urgencia que se origina en estos casos.

Los adultos son más dados a atragantarse con trozos enormes de pollo, jamón, carne...También las espinas de pescado se quedan clavadas en las amígdalas o cerca de ellas. ¿De ahí el empeño de la gente de hoy de comer palitos de pescado libres de espinas?

Muy a menudo acuden pacientes con cuerpos extraños clavados en la córnea que provocan un dolor horroroso en el ojo.

Otro clásico es el anillo que no puede salir del dedo porque éste se ha inflamado o ha engordado y después de intentarlo con jabón o con un hilo enroscado en el dedo y viendo que el pobre apéndice coge un color berenjena  sospechoso, hay que recurrir a El Corte Inglés para que nos preste un corta-anillos porque en el Centro de Salud nunca hay ninguno.

En ocasiones los cuerpos extraños se descubren por Rayos X en estómago, pulmón o sitios inconfesables ( imperdibles, perdigones,botellas...).

Una tarde de verano llega una madre con su hijo de dos años en la sillita de paseo.
_ Vengo de urgencia con el niño porque se ha puesto el cubo de plástico en la cabeza y se lo ha calado hasta la barbilla. No soy capaz de quitárselo.
Sí, sólo se veía un cubo amarillo con un cuerpo debajo sentadito en su silla. La madre tenía miedo de arrancarle las orejas si tiraba fuerte. Nuestro celador aplastó por los lados suavemente el cubo y deslizándolo hacia arriba salió sin más complicaciones. La mamá aplaudiendo y el niño con una cara de susto que le duró dos días.

domingo, 23 de noviembre de 2014

LA CONSPIRACIÓN

Uno de los problemas que más nos incomoda a los médicos en general y a mí en particular es, que te llamen urgentemente porque hay una persona enferma mental que está fuera de si, bien por un brote agudo de su enfermedad, bien porque ha dejado la medicación o por cualquier otro motivo que la ha desestabilizado.

Normalmente los pacientes acuden a ingresar en Psiquiatría sin oponer resistencia, algunos incluso te lo piden ellos mismos el ingreso, pero hay otros que con cara de pocos amigos y porqué no decirlo con ojos de loco, se niegan en rotundo a ir a ningún sitio; entonces hay que acabar llamando a la Policía y al juez para un ingreso forzoso. Son momentos de gran tensión emocional para todos los que componen esa escena: paciente, familiares, sanitarios, policías... y el enfermo mira a su alrededor con el convencimiento de que todos conspiran contra él.

En otras ocasiones la urgencia es puntual, concisa y siempre a la misma hora.

Hortensia era una enferma psicótica que a las ocho de la tarde con puntualidad germánica  y todos los días, llamaba por teléfono al Centro de Salud y decía siempre la misma frase: ¨ QUITADME LA CONSPIRACIÓN ¨. El primer día que llamó para hacer su petición, la persona que estaba al otro lado del hilo intentó enterarse de qué conspiración se trataba, pero ante la explicación incongruente, larga y sin sentido de Hortensia, acabó por espetarle: ¨YA TE LA HE QUITADO¨; la paciente le dio las gracias y al día siguiente... y al otro... y al otro... le quitaba la conspiración telefónicamente con lo que recuperaba la tranquilidad.

Sería estupendo que con un chasquido de dedos alguien pudiera recuperar, aunque sólo fuese momentáneamente, la cordura.



domingo, 26 de octubre de 2014

EL ÉBOLA ¡ QUE VIENEEE !

En África el virus ébola hace estragos pero, como está lejos, los protocolos de actuación ante algún caso sospechoso se habían arrinconado en el cajón o se habían guardado en alguna carpeta de archivo del ordenador hasta que...
Hasta que los cooperantes empezaron a regresar a Europa, a sus países de origen y empezaron a contagiar la enfermedad.

Nos pilló con el culo al aire. ¿Pero dónde están los protocolos? ¿Pero dónde carajo están las batas y las mascarillas de protección ? ¿Pero cómo puñetas atendemos el caso sospechoso?

Lo que si tenemos claro es que hay que ensayar bastantes veces cómo ponerse y quitarse el equipo y por más vueltas que doy no consigo quitarme la bata sin tocar la parte delantera que es la que no hay que rozar por ser la más peligrosa. Los guantes externos se quitan antes que los de debajo ( nos debemos de poner dos pares) pero a parte de cortos son estrechos y al tirar de los de fuera salen los de dentro. Y eso que en los Centros de salud no tenemos el traje complicado de los Hospitales. Si, si,
parece fácil pero de eso nada.

Reconozco que bajo presión me pongo bastante nerviosa por lo que espero no equivocarme en el caso de que tenga que protegerme ante la urgencia de un enfermo sospechoso, podría ponerme los guantes en los ojos y la mascarilla en las rodillas.

Hoy sabemos que la compañera infectada en Madrid se ha curado y nos hemos alegrado hasta la emoción. Me quito el sombrero ante todos aquellos que arriesgan sus vidas al intentar salvar a otros.


jueves, 13 de febrero de 2014

UNA GULA DISFRAZADA DE BERBERECHO

 Dos de la tarde, llegas al trabajo con la comida en la boca.
 ¡ A ver cómo se da la jornada !
¡Zás! la primera en la frente, urgencia al canto.
 La chica de 20 años viene con su madre, las dos muy asustadas, con una foto en su móvil de una lata de berberechos. En su interior tiene lo que parece un gusano blanco.

_ ¡Qué horror! -dice ella- ¿Es un anisakis?.
_ No, anisakis no, porque son mucho más pequeños. Este gusano es más grande y largo que los propios berberechos - contesto. Sinceramente, a mí me parece una gula traspapelada en la lata.
_ ¿Pero qué hago?-insiste ella.
_ Tendrás que llevarlo a la Oficina del Consumidor para valorar el asunto y que se pongan en contacto  con el departamento de calidad de la empresa conservera. ¿Qué síntomas tienes?, ¿ Tienes ganas  de vomitar?.
_ No, no, pero si no he probado la lata.

   Ayyyyyy!!!!!! se me cae la gota de sudor como a Shin Chan.

_ Pues eso, guapa, la llevas a la Oficina del Consumidor.

  A lo mejor pretendía que yo le hiciera la autopsia a la gula a través de la foto.