sábado, 17 de marzo de 2012

PACIENTES MÉDICOS O MÉDICOS PACIENTES

¿Qué pasa cuándo los médicos nos ponemos enfermos?; nuestras bajas laborales son escasas si nos comparamos con la población general. Lo cierto es, que los médicos vamos a trabajar estando enfermos, en muchísimas ocasiones, y no es precisamente porque seamos de otra pasta como los toreros, sino porque nuestro sentido de la responsabilidad es mayor que la de otros colectivos.

Anécdotas hay a montones: pérdida de conocimiento al trabajar con fiebrón; lipotimia al subir por las escaleras a un quinto piso, en verano, a 45º a la sombra; mareo al atender a una anciana y la médico tiene que tumbarse en la cama de al lado; trabajar con migraña; trabajar con catarro; trabajar embarazada hasta salida de cuentas; trabajar con lumbago....

Anoche comencé a notar retortijones en la tripa seguidos de diarrea; imponente, toda la noche evacuando y pensando que no había personal suficiente al día siguiente en el Centro de Salud. Supe que tenía que hacer algo. En lugar del cafetito mañanero de rigor, me tomé un plátano, dos tés con limón, dos platos de arroz con zanahoria y medio litro de Aquarius; y lo cierto es que funcionó, me fabriqué yo solita un adobe intestinal que me arregló el asunto de cuajo. Y me fui a currar; ¡vaya curro esa tarde!; ¡como para faltar!.

Acabé la jornada con un dolor de cabeza que parecía una bomba lapa a punto de explotar.
Eso sí, los pacientes tuvieron a alguien que les atendió aunque estuviese mucho más enfermo que ellos.