viernes, 3 de junio de 2011

YA ME ACOSTARÉ CUANDO ME MUERA

Hay pacientes que por su enfermedad cardiaca o respiratoria, o ambas, tienen aversión a tumbarse en la cama; duermen con dos almohadas o más y se sientan de vez en cuando para respirar mejor.

He tenido dos pacientes que durante años jamás se echaron en su cama y durmieron en un sillón, sentados claro. Esa costumbre tan insana a uno de ellos le produjo edemas intensos en las piernas que produjeron gran tensión en la piel y en ella aparecieron grietas por las que rezumaba líquido seroso en gran cantidad, el otro tenía las piernas tan hinchadas que parecían dos tubos (igual por arriba que por abajo), y además era diabético con lo que hizo una gangrena seca en el pulgar del pie izquierdo por lo que fue enviado urgente al hospital para amputación del dedo, pero el paciente se negó aduciendo que el dedo era suyo y que quería esperar a ver qué pasaba. Durante su ingreso hospitalario le obligaron a acostarse y al volver a casa de pronto nos mostró unas bonitas piernas torneadas.

Pensé que cualquier día el dedo quedaría perdido en su zapatilla, pero por no se qué milagro empezó a mejorar de día en día hasta ponerse casi normal, ¿empleó algún remedio casero inconfesable de los que él solía utilizar?, por ejemplo cuando le dolían las rodillas se echaba en ellas FAIRY o en su defecto CRISTASOL y le mejoraban ¡muchísimo!
Yo me hacía de cruces pero claro ¡¡si a él le venía bien!!

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