martes, 21 de junio de 2011

PARA ESTAR MONA HAY QUE SUFRIR

Ahora la gente mayor, me refiero a gente muy mayor(de 85 años o más), tiene las mismas inquietudes que los jóvenes. Los ancianos quieren estar delgados y guapos, y se operan de lo que sea con tal de tener mayor calidad de vida. Piden ir al dermatólogo para quitarse las verrugas y las manchas(necesitaríamos 1.000.000 de dermatólogos para quitar las verrugas a toda la población), se operan de cataratas, se ponen prótesis de cadera y rodilla, implantes dentarios, la edad ya no es freno para ponerse stents coronarios y otros artilugios.

Hay especialistas que se inclinan por operar a cualquier edad y otros que piensan que a ciertas edades no se debe tentar al demonio, por la posibilidad de que aparezcan complicaciones.

Luisa, una paciente de 93 años, acudió a Traumatología porque quería operarse del juanete y del segundo dedo del pie derecho que se había curvado, por lo que le rozaba con el zapato y además tenía muchas molestias.También se quejaba de que no encontraba calzado que le valiera. La traumatóloga que la atendió le dijo que era muy mayor para la operación y que había otra solución.Cogió el zapato de la buena mujer y con una tijera le hizo un agujero enorme en la punta por donde asomaban el primer y segundo dedos del pie.
_¡Ea!, solucionado_dijo la especialista.
La anciana, al día siguiente, indignada, fue a enseñarme el zapato(con su pie dentro, claro) y me dice:
_Si, ciertamente ya no me molesta, pero ahora voy a tener que hacer un agujero en el otro, aunque nada mas sea para que los zapatos hagan juego.

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