viernes, 20 de mayo de 2011

EN OCASIONES VEO " DEDOS"

En medicina hay cosas sorprendentes como que las patologías se acumulen en el tiempo y por rachas, pero no solo las contagiosas por ejemplo las infecciones respiratorias en invierno en clara relación con las bajas temperaturas, sino otras que por alguna razón científica o por azar se observan agrupadas: cólicos biliares, cólicos renales, migrañas, infartos de miocardio...

Sin ir más lejos las urgencias de esta semana han estado protagonizadas por los dedos de las manos; patología traumatológica de los dedos de las manos:
-mujer de mediana edad con fractura de falange al pillarse los dedos con la puerta del coche.
-señor de mediana edad con artritis interfalángica al pillarse los dedos con la puerta del coche.
(ésto parece el un, dos, tres)
-señor mayor con luxación de dedo al descargar un saco.
-chica joven con contusión en el dedo al golpear un saco de boxeo.

¿Pero qué pasa? ¿Es posible que los dedos se hayan vuelto torpes de repente o es el inicio de la actividad que surge tras el largo letargo invernal?

El tema daría para un ensayo clínico en toda regla aunque las variables pueden ser tan infinitas que no se si llegaríamos a alguna conclusión incluso aplicando el contraste de hipótesis, si yo digo: "Los dedos se vuelven tontos en primavera" o "En primavera los dedos hacen algo" ¿cuál sería la hipótesis nula y cuál la alternativa?.

Si Dios creó al hombre al sexto día, seguro que era de primavera porque le puso diez dedos en las manos y en los pies por lo que pudiera pasar.

Por cierto se nos han acabado las férulas.

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